MANTRA PARA REPETIRSE UNO MISMO DE VEZ EN CUANDO

Después de un tiempo
uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano y encadenar un alma
y uno aprende que el amor no significa acostarse
y una compañía no significa seguridad
y uno empieza a aprender
que los besos no son contratos
y los regalos no son promesas,
y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta
y los ojos abiertos
y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy
porque el terreno del mañana es demasiado inseguro para planes..
y los futuros tienen una forma de caerse a la mitad,
y después de un tiempo uno aprende que,
si es demasiado, hasta el calorcito del sol quema,
asi uno planta su propio jardín
y decora su propia alma
en lugar de esperar a que alguien le traiga flores,
uno aprende que realmente puede aguantar,
que realmente es fuerte,
que realmente vale
y aprende y aprende…
y con cada adiós uno aprende.

Puede que ANONIMO

27 de noviembre de 2010

Espejo

Me miro
espejo que se abate sobre un mundo imperfecto
ventana abierta a un caos demediado

me miro
soy los puntos suspensivos de la ruina
agua y luz oscura en la mirada
grietas viento derrumbe
salitre en los goznes de mi vida

miro
el eco de un vuelo
o de unos pasos
de una voz con caricias
al otro lado

siempre al otro lado

18 de noviembre de 2010

Reencuentro

Te he visto
y tenías una sonrisa
amagada de crucigramas

letras confusas

glaciares ahorrando
gestos en tus dedos

sombras para circuncidar
esa mirada en permanente
idilio con el ardor y la luz


Negocio con tu cintura
la tranquilidad del saludo

la calma de ese viaje
entre la pasión y la distancia
es hoy un asombro cautivo

es presentir el afán
de las horas como excusa

es solo decir: ya nos veremos...

11 de noviembre de 2010

Más allá

La barra del bar,
acantilado donde se rompen los abrazos,
sin pausa,
sorbos de arena,
carne desbastada por las horas,
espíritus aéreos, tan primitivos como rocas,
remueven el fondo de cada poso,
tosco espinazo donde llorar las pérdidas
y abandonar las confesiones.

Huyo entre las hierbas altas
de tu memoria,
párpados cerrados,
soliloquios de tubas aullando a la nada,
olor de tu café en este laberinto
del que borro fotografías
que ya no eran ni recuerdos,

y a pesar de todo,
más allá de la puerta,
hay caminos que siguen pareciendo rectos.

3 de noviembre de 2010

Aún no he sido

Aún
no he sido preso
y no sé
lo altas que son las renuncias
desde dentro,
ni si la esperanza
es lo último que se pierde,
ni si hay pozos más hondos
desde los que escuchar el viento.

Aún
no he sido yonki
ni mendigo
y no he podido comprobar
de qué cristal es su carne,
transparentes objetos
esperando cundas
o dejando escurrirse el tiempo
entre cartones y espaldas dormidas,
ni sé qué zigzag eléctrico maneja
sus amaneceres
para devolverles los huesos intactos
a sus intactas esquinas.

Aún
no he sido inmigrante
ni puto
ni chapero
ni esclavo,
aún
no lo he sido.