MANTRA PARA REPETIRSE UNO MISMO DE VEZ EN CUANDO

Después de un tiempo
uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano y encadenar un alma
y uno aprende que el amor no significa acostarse
y una compañía no significa seguridad
y uno empieza a aprender
que los besos no son contratos
y los regalos no son promesas,
y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta
y los ojos abiertos
y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy
porque el terreno del mañana es demasiado inseguro para planes..
y los futuros tienen una forma de caerse a la mitad,
y después de un tiempo uno aprende que,
si es demasiado, hasta el calorcito del sol quema,
asi uno planta su propio jardín
y decora su propia alma
en lugar de esperar a que alguien le traiga flores,
uno aprende que realmente puede aguantar,
que realmente es fuerte,
que realmente vale
y aprende y aprende…
y con cada adiós uno aprende.

Puede que ANONIMO

23 de diciembre de 2009

Que no amanezca

Entregarte todas mis sonrisas
suspendido entre tus poros,
gesto de vida que viene
con la garganta encendida
de gritar tu nombre.

Se tensan tus piernas
como la piel de un tambor
y vibra la luz en el fondo de tus ojos,
un imán rozado por tu pulso desnudo,
una fuga de gacelas
entre las sábanas.

Quiero velar tu cuerpo dormido,
retener cada suspiro
y abrazar la noche que se escapa,
quiero poner nombre a esta memoria alegre
temiendo que amanezca
y descubra que es un sueño.

22 de diciembre de 2009

Corazón helicoidal



Una lágrima se dispara
desde el pié hasta el párpado,
arterias y ascensores elevando
una tormenta de ternura,
o de pasión,
corazón helicoidal que bombea
mapas de sal
y deja abiertos los torrentes
por los que se obstina
en circular la vida.

17 de diciembre de 2009

Oyendo a PJ Harvey y Nick Cave en Henry Lee




Todavía me asombro
oyendo esa voz mil veces oida,
oyendo piar a ese pájaro consumido
sobre el pecho de unos ojos más asombrados
que mi asombro.
Cuando te amaba ya me apuntaban
los previsibles
y corroidos alfileres del desamor;
ya no te amo,
ya no me duele ningún estigma,
barridos por la intemperie de otros amores,
y,
sin embargo,
las hojas de mil bosques tiemblan,
estupor de una llama
en medio de la tormenta,
mientras me abandono
a las voces y a la música
que nos envolvían cuando te amaba.

14 de diciembre de 2009

Hablaba para el aire

Hablaba y hablaba
y mi letanía se disipaba sin rozarte,
hablaba
cargando cada palabra con trozos de verdad,
con pedazos de alma encabritada y
con restos de sonidos olvidados.
Hablaba de quimeras guardadas
en el tronco de un árbol
junto a corazones borrosos.
Enumeraba las veces
que me socorriste con palabras
y que me sostuviste con besos
cuando lo que yo tocaba se me deshacía
como una espuma ebria.
Hablaba y te miraba marchar,
hablaba para mí
y para tí,
hablaba para que el aire
que fueras a respirar contuviera
algo de lo que jamás te dije.

Gato de Medinaceli




Estaba dando un paseo entre las piedras de Medinaceli, ordenadas con armonía, pulidas con parsimonia, reposadas, algo frías, y, de repente, en el alero, lineas curvas y bufidos, vida socavando el aire, vida emergiendo con fiereza un poco doméstica pero con más energía que todas las piedras juntas.

12 de diciembre de 2009

Pasaporte

Respiré,
amé,
comí y bebí,
cagué,
respiré,
follé,
hablé y escuché,
y nadie me dijo nada de un pasaporte
respiré,
anduve bordeando fronteras
entre la piel y los desiertos,
ví gente que caminaba descalza
y descalza esperaba al pié de los semáforos
a que les abrieran las puertas
del otro lado de la calle,
crucé puentes de rios inimaginables
con dos orillas habitadas por pueblos extraños
con dos ojos y dos manos,
volé de un cuerno a otro de la luna,
trepé riscos agrestes y acogedores,
y no ví papeles que respirar
ni que amar,
atravesé majadas, berrocales,
llanos, dehesas, vientos,
estelas, ruinas,
y bebí
y follé sin papeles,
ví hombres y mujeres mirando al cielo
antes de emprender un viaje
y vi salir y ponerse el sol el mismo día,
comí a la sombra de un árbol genealógico
mientras se desgranaban las estaciones,
avisté ilusiones y esperanzas,
recorrí los territorios de la infancia,
respiré,
jugué a amar y amé
y nadie me dijo nada de un pasaporte.

A nadie pregunté por papeles,
hablaba con la gente
del arroz y las sonrisas,
de la hora de la danza,
de cómo se emocionaban oyendo llover
y viendo crecer los granos de centeno,
de cómo nacían los niños
y de qué morían los muertos.

Respiré hondo,
miré el horizonte
y a lo lejos parecía que se dibujaba una frontera
entre el aire y el agua,
y cerca, la espuma deshacía
con paciencia mis huellas en la arena.

8 de diciembre de 2009

La niebla

Me pregunta:
¿Qué hay más allá de la niebla?
Con certeza,
la duda.

La niebla es una vaga idea
que tendré mañana,
es líquido amniótico
en el sueño de los montañeros,
es oxígeno pintado de plata,
es el vaho de dios en una de sus frías jornadas,
podría ser el recreo de almas
escapadas de un infierno en ruinas,
es el territorio ideal
para jugar al escondite,
son troupes de pensamientos desechados
y abandonados a su suerte,
me dijeron que es una nube rastrera
y me niego a difamar así su nombre,
es un puré de gritos en las películas de terror,
es un humo inocente,
es la visión de un ojo con cataratas...

pero si hablamos de corazones,
la niebla
es mas niebla dentro de la niebla.