A veces el amor no es amor,
no,
ni deseo, ni pasión,
ni esperanza, ni futuro,
ni siquiera un momento en el presente.
A veces es un dolor en el pecho,
una bola atravesada en el buche
de un pájaro,
un zapato olvidado
al lado de los tuyos.
A veces las miradas que no se recuerdan
son lo único que queda
en pie.
Y, aún así,
con tan poca cosa,
ya es algo.
Sopa de lentejas cocinado en Gaza por Amal.
Hace 1 semana
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