Visito el olvido una mañana con sol,
haces de sarmiento para el sacrificio de la memoria,
medusas dormidas en las esquinas de la herrumbre,
de la ruina,
abrigo los aleros con nubes de atardecer sombrío,
juegos, historias, viñetas de maíz,
carreras de rescate
o de escondite,
bombillas en los ojos de las vacas,
tenues luces alumbrando la cal y la espera.
Se me aparece la miseria exhausta,
un gong con alcorques desvencijados,
las nueces quemadas ya en el arbol,
abrazadas por un cielo helado,
los libros como panales recién enjambrados,
las madres asomándose a las bardas del tiempo
preguntando al maestro por sus hijos,
mi madre adobando los chicharros de la cena,
la naúsea trillada,
esparcida en el lomo de mi perro
por un aliento de gusanos irisados y acres.
Robo los recuerdos
que encuentro entre las tejas rotas
y sé que no voy a saber guardarlos
-arena o agua entre los dedos-.
Laga
Hace 5 semanas
no se, no se
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