No volveré a hacerlo...
o sí,
intentaré intentarlo, sin promesas,
comienza a golpear el día
en mi persiana
y solo se me ocurre maldecir la luz,
mañana siempre ha sido mi día...
mientras ahora lo quiero todo,
quiero ya un big bang desbaratando las costuras
de mis venas
y dibujar después un paraiso en mi almohada.
Intentaré no volveré a sentir esas coces
en las orillas de mi corazón,
quiero una luz que me despierte
sin despertarme del todo,
suaves friegas de laúdano,
cortinas de caracoles y leones,
quiero una llama que pueda apagar y encender...
sabiendo que devorar y ser devorado,
que dejarme arrastrar por las llamas
es mi incógnita preferida.
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